Hace ya unas semanas que las terapeutas ocupacionales de las zonas que se vieron afectadas por la terrible DANA del pasado 29 de octubre están realizando diferentes acciones, como siempre, en busca del mayor cuidado y beneficio de las personas, la prevención y la promoción de la salud.
Desde el primer momento, el objetivo de la Terapia Ocupacional ha sido poder trabajar sobre el terreno para evitar que las personas más damnificadas llegaran a convertirse en “víctimas invisibles”.
El interés de todas las personas en ayudar ha sido clave para poder formar un equipo con diferentes profesionales que pudieran empezar a dejar su impronta en las localidades que conviven día a día con la devastación. Y, por fin, la Terapia Ocupacional ya ha podido actuar en diferentes casos.
En busca de recuperar la normalidad y la salud
Una de las primeras acciones que se llevaron a cabo fue ayudar a esas personas que ni siquiera habían podido ducharse por la destrucción de su vivienda o por impedimentos físicos. Las terapeutas ocupacionales pudieron ayudarlos acercándolos a diferentes puntos específicos.
Dentro esas cosas cotidianas, personas mayores y/o con discapacidad han podido volver a salir a la calle, a conocer la realidad de la situación y, sobre todo, a poder relacionarse con sus vecinos dentro de la participación social tan importante en momentos como los actuales.
En esa misma línea, muchas personas con discapacidad intelectual ni siquiera habían podido ver a sus compañeros de centro. Gracias a la Terapia Ocupacional, han podido realizar diferentes actividades desde el prisma del ocio y se han concentrado en calles y parques para hacerlo más ameno.
Una escapada a Valencia y una desconexión para los más pequeños
Siguiendo con ese intento de encontrar un punto de ocio en una situación de devastación, este último grupo de personas pudo subir a un autobús y viajar hasta Valencia con el único objetivo de salir de la zona tan horrorosa.
El plan se convirtió en una comida, en un paseo y una sesión de cine. Sin duda, un momento de evasión tremendo que prácticamente fue una liberación.
También pudieron evadirse los más pequeños. Dos terapeutas ocupacionales se instalaron en Alfafar, Valencia, para generar un espacio de conciliación similar al de una ludoteca para los niños que no podían volver al colegio.
Adquisición de material y renovación de sillas de ruedas
Como no podía ser de otra manera, las personas mayores también se han visto beneficiadas por la llegada de la Terapia Ocupacional a las zonas afectadas. Por un lado, se han realizado movilizaciones de personas encamadas, algunas de ellas ya con úlceras, y se ha explicado a las familias cómo actuar.
También se ha conseguido material nuevo, como grúas que habían quedado inservibles ante la potencia del agua. E incluso se han arreglado algunas sillas de ruedas y se ha puesto el foco en los hábitos y las rutinas de las víctimas para evitar un deterioro mayor.
Estas son solo algunas de las acciones que han podido realizar las terapeutas ocupacionales desplazadas, sobre todo, a las localidades de Valencia.
El objetivo no solo es continuar sino hacerlo de la manera más efectiva y con el mayor equipo de trabajo posible.
Desde el Consejo General de Colegios de Terapeutas Ocupacionales, además de agradecer todas las intervenciones realizadas hasta el momento, animamos a todas las terapeutas ocupacionales a unirse a los diferentes equipos de trabajo.
Pero también queremos reivindicar nuestro papel, tan importante en todas las situaciones de la vida y más incluso en momentos como los que vivimos ahora y tan invisible a los ojos de la sociedad.
La Terapia Ocupacional enseña a vivir la vida y, sobre todo, ayuda a mejorar la situación de todas y cada una de las personas más vulnerables.